viernes, 22 de marzo de 2013

Han pasado ya unos días, pero el domingo pasado fue la Media Maratón de Alcalá, que coincide con la XXXV Carrera Popular, de 5 km.

Este año coincidía con un partido de fútbol de mi equipo, por lo que no iba a ir, pero me picó mi mujer, que después de hablar tonterías, se animó y quiso correrla, ella no entrena la carrera desde hace años, así que era todo un desafío para ella, y yo como buen marido me dispuse a acompañarla para ayudarla en la manera de lo posible a que terminase.

Empezó la mañana con los típicos nervios, un día nublado y amenazante de lluvia, pero lleno de ilusión. Sonó el disparo y empezamos a correr, trote cochinero a una media de 7 minutos el kilómetro, y esperando llegar a la meta. Así fue. Cinco kilómetro después y tras 35 minutos estabamos en la meta. Mejor que el año pasado, aunque parezca increíble, mi mujer sin entrenar estaba mejor que yo después de haber entrenado 6 meses. Ella hace Cyclo 2 veces por semana y eso se nota.



Aunque parece que el gusanillo de correr, no le ha entrado mucho.