Este es el dorsal que me tocó sin hacer trampas ni estar enchufado, fui a apuntarme y me tocó, si, fui el primero en apuntarme a la carrera. Así que después de 3 días de fiebre y una gripe de caballo, nada podía hacer que me perdiera esta carrera.
Así que preparo mis ropas, me visto y camino a por mi cuñado........ Esta es la imagen de la Salida-Meta cuando llegamos, totalmente desierta.
Ponemos el chip y listos para empezar a correr, lo de calentar no va con nosotros, así que nos vamos al sol, para que algo caliente estemos y esperamos a que llegue la hora......
Por fin dan la salida, con una especie de disparo, sin un preparados listos ya......, como se ha hecho toda la vida, y empezamos a correr, el frío que nos invade el cuerpo, no nos hace darnos cuenta de que el ritmo con el que empezamos es demasiado fuerte, así que apretamos y apretamos, hasta que a los 2 km, se acaba el punch inicial. Se atrancan por completo las fosas nasales y la garganta empieza a doler como si miles de cristalitos estuvieran viviendo ahí, mientras no se si tragarme la saliva, beberme mis mocos o tirarme al río, que por cierto, está seco....... así que paro a recomponerme un poco, no lo suficiente así que sigo corriendo sin conciencia de como estoy, lo cual me deja sin fuerzas para el resto del trayecto.
Unos 15 minutos en acabar la primera vuelta, cuando entro en meta, anuncian el ganador por megafonía, yo no puedo ser, me falta otra vuelta, me derrumbo y sigo corriendo, hasta que unos 16 minutos después llego por fin al final de la meta. Total, 5 km en 31 minutos, algo que no había hecho nunca y que sinceramente, me dejan buen sabor de boca, aún habiendo sufrido mucho.
La próxima será la San Silvestre Vallecana, el doble de kilómetros, pero pensaremos diferente.
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